En las salas de atención de hoy, la experiencia del usuario depende de la fluidez y estabilidad del sistema.
Sin embargo, muchos puntos de servicio siguen operando con equipos sin actualizar y esto trae un impacto directo en las plataformas de atención, incluso sin que el personal lo note.
¿Por qué importan las actualizaciones?
Cuando Windows libera una actualización está corrigiendo fallas, cerrando vulnerabilidades y mejorando rendimiento.
Si estos cambios no se instalan, los sistemas pueden presentar:
- Impresoras que no responden
- Módulos lentos
- Pantallas congeladas
- Errores al tomar turnos
- Reinicios inesperados durante la atención
¿Qué sectores se ven afectados?
Todos: entidades financieras, salud, gobierno, educación, retail, energía, seguros, transporte…
porque toda organización que maneje atención al usuario depende de la continuidad de su software.
Windows 10 ya no tiene soporte
Desde el 14 de octubre de 2025, Windows 10 dejó de recibir soporte.
Eso significa:
- No hay parches de seguridad
- No hay actualizaciones críticas
- Mayor riesgo de hackeo o vulnerabilidades
Recomendación: migrar a Windows 11 o evaluar alternativas si el hardware no soporta.
¿Qué buenas prácticas debes adoptar?
- No posponer actualizaciones del sistema operativo
- Mantener backups de archivos y drivers
- Verificar disponibilidad de actualizaciones fuera del horario de atención
- Coordinar la actualización con TI o soporte técnico
¿Qué se gana con esto?
- Menos interrupciones en la atención al usuario
- Menos incidencias en módulos y kioskos
- Mayor estabilidad en las plataformas
- Seguridad más alta ante ciberataques
La experiencia del usuario no depende solo del software: depende también del estado del sistema operativo que lo soporta.
Actualizar Windows es una acción técnica pequeña que evita problemas grandes.
